Los consumidores cada vez más buscan experiencias y las marcas deberían siempre poner sus esfuerzos en generárselas, pues están casi obligadas a hacerlo si quieren tener fidelidad con sus consumidores finales. Para esto, las marcas en la experiencia deben siempre transmitir una comunicación positiva y estar cohesionadas con su identidad para lograr resultados esperados en el consumidor.
En términos generales deben generar experiencias en todo momento, y no solamente en alguno en concreto. Siempre debe ofrecerle lo máximo que puede entregarle al consumidor, porque la experiencia ya se ha convertido en un concepto clave en el mundo del marketing.
Por ejemplo, compañías como Apple generan experiencias desde el punto de venta hasta la del producto final, mediante sus tratos exclusivos y personalizados con el cliente. En general, todo el proceso de compra debe ser observado cuidadosamente para no fallar en él.
De igual forma el modo en que se hacen las cosas deben ser consistentes con la marca, sus valores y con cómo quieren posicionarse frente al mercado y sus competidores, desde el primer contacto con el consumidor hasta que tiene el producto en sus manos y se ha convertido en usuario, la experiencia debe ser diseñada, cuidada y mimada para que sea positiva.
¿Por qué es tan importante todo esto?
Para generar engagement o, dicho así, respuestas. Las experiencias entre consumidores generan engagement con la marca. Todas las marcas aspiran a lograr una respuesta a través de la experiencia como medio con el usuario. El sueño de las empresas es que los consumidores les hablen de forma positiva acerca de su marca, y yendo más allá, los use como elemento determinante para tomar decisiones de compra.