Estamos atravesando por una época de constantes cambios que afectan al mundo y a las personas y, por ende, nuestros estilos de vida. En este escenario, como clientes, nuestra percepción también se ve afectada frente al valor de las marcas que evolucionan hacia nuevos horizontes.
Lo importante aquí es que las marcas no se duerman en el camino y se adapten a esos cambios, ya que aquel que haga ojos ciegos a este fenómeno, tendrá un problema, y si no, se verá obligado a tomar una decisión: adaptarse o sufrir las consecuencias.
Como definió el economista Theodore Levitt en su libro “La Miopía del Marketing”, “muchas compañías se enfocan únicamente en mejorar su producto y no en atender directamente las necesidades del cliente” y cuando esto sucede, las marcas pierden el valor que alguna vez prometieron. Este es el caso de Blockbuster, por ejemplo.
En la propuesta que hacemos como marca a nuestros clientes no existe únicamente el producto o servicio, también está la promesa que le hacemos, la comunicación, los medios, los canales, las personas y un sin fin de valores más.
Marcas que se adelantan a estos eventos, como el caso de Netflix que ha transformado la forma de ver películas y compite contra la televisión abierta. En este escenario también podemos nombrar a Uber, Amazon, etcétera.
Para que esto no suceda ¿qué se puede hacer para evitar quedarse atrás y adaptarse a los cambios del mercado?
He aquí algunos consejos:
- Nuestro mercado: Actualizarlo y preguntarse todo acerca de la evolución demográfica de nuestros clientes: ¿dónde están?, ¿qué necesidades tienen?, ¿cuáles son sus preferencias?, ¿cómo se diferencian unos de otros?, etc.
- La experiencia del cliente: Un buen producto con pésimo servicio, malas instrucciones, mala post venta hará que el cliente prefiera al de la competencia.
- El ciclo de vida del producto:no es lo mismo que nuestro producto esté en su etapa de lanzamiento que en la de su madurez.
- La oferta versus la demanda:Debemos saber si lo que ofrecemos está en sintonía con las demandas de nuestros clientes. Un millennial posee exigencias diferentes que las de un baby boomer.
- Observar el canal de distribución:Estar al tanto de las tendencias y si los clientes tienen demandas específicas dentro de éste.
- Vigilar la competencia:observar a la competencia es importante no solo para ver qué errores tiene si no que cómo puedes mejorar la tuya y agregarle valores de los que tu competencia carece.
- El precio: no podemos olvidarnos de mantener nuestra oferta en línea con su valor, si esto sucede, debemos ver el motivo y corregir.
Puede que existan más factores que agregar y vigilar, dependiendo del sector, del mercado, etc. Las empresas deberían hacer esto periódicamente y no solo cuando haya cambios fortuitos y no previstos, porque así podremos evitar estancarnos, adelantarnos al tiempo y prever cada uno de los acontecimientos.